Ataque de pánico: un trastorno bastante frecuente del sistema nervioso, manifestado en un ataque sin precedentes, expresado en un ataque de ansiedad, acompañado de miedo, en combinación con diversas reacciones de los sistemas de órganos y organismos.
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Los ataques de pánico pueden ser manifestaciones de distonía vegetativa-vascular, depresión crónica, enfermedades endocrinológicas y cardiovasculares.
Las manifestaciones clínicas del ataque de pánico son diversas:
- Desde el lado del sistema cardiovascular: latidos cardíacos, pulso rápido, sensación de falta de aire, dificultad para respirar o respiración difícil, dolor o incomodidad para el esternón y en la mitad izquierda del tórax;
- Del sistema endocrino: sudoración, escalofríos;
- Desde el tracto gastrointestinal: náuseas o incomodidad en el área del estómago, dolor abdominal, trastorno de heces;
- Del sistema nervioso: el sentimiento de las extremidades interiores de temblor y temblor, mareos, inestabilidad al caminar, temor a la muerte, sentimiento de entumecimiento o hormigueo en las extremidades, insomnio, confusión de pensamientos y reducción de la memoria, sentirse coma en la garganta, violación de visión o audiencia.
La duración de los ataques puede variar desde unos pocos minutos a varias horas, constituyendo en promedio 15 — 30 minutos. FRECUENCIA DE ATAQUES — desde varios al día a 1 — 2 veces al mes.
Las causas de los ataques de pánico son diversos: estrés acumulado, situaciones de vida difíciles, enfermedades de la tiroides, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del sistema nervioso y columna vertebral (accidente cerebrovascular, insuficiencia de circulación cerebral, aterosclerosis, osteocondrosis, la hernia de discos intervertebrales).
El incomodación de la apelación al médico en la aparición de un estado pánico puede llevar a una neurosis resistente, el riesgo de desarrollar violaciones agudas de la circulación cerebral y el infarto de miocardio, disaptación social (temor a lugares públicos, conflictos en el trabajo y en la familia).
Si está preocupado por los ataques de ataques de pánico, debe buscar consejos de médicos especializados que tienen una amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de los estados de pánico. Anteriormente, es necesario excluir la posible patología de los órganos y sistemas internos, realizar el laboratorio y los exámenes instrumentales del cerebro, el examen de ultrasonido de los vasos sanguíneos, el corazón y la glándula tiroides. Esto le permitirá poner el diagnóstico correcto y asignar un tratamiento completo y efectivo.